¡IMPORTANTE!: ¿Cómo mantener las herramientas y equipos de construcción en buen estado?

El funcionamiento de las herramientas y equipos de construcción deben ser exactos para alcanzar la correcta ejecución de la obra y garantizar la seguridad de los trabajadores. Es por esto que Construcciones Yamaro ofrece una guía básica para el cuidado de las herramientas y equipos.




La importancia del mantenimiento

Durante el desarrollo de la obra, las herramientas y los equipos se encuentran expuestos a suciedades, exceso de uso, posibles maltratos y averías. Para que éstos puedan ser utilizados en una obra posterior, evitar accidentes y no incurrir en gastos innecesarios, conviene revisarlos con regularidad y darles tanto el mantenimiento correctivo como el mantenimiento preventivo.

[Armando Iachini] enumera el mantenimiento básico de las herramientas y equipos:
  • Repasa los manuales de uso de las herramientas y equipos y tenlos a la mano.
  • Calibra las herramientas y equipos con precisión antes de su uso.
  • Mantelos protegidos del tránsito peatonal y de los vehículos de la construcción.
  • Lubrica las herramientas y equipos para evitar humedades, corrosión y averías mayores.
  • Limpia las herramientas y equipos al finalizar la jornada de trabajo, y colócalos en un lugar seguro de forma ordenada.
  • Inspecciona y repara los desperfectos. En caso de ser una avería grave, notifícala de inmediato a los especialistas.
  • Aun cuando las herramientas y equipos estén en funcionamiento, no dejes de realizar la verificación que les corresponde dentro de los rangos especificados y realiza los reparos y reemplazos correspondientes.
  • Insiste en el correcto uso de las herramientas y equipos por parte de quienes se encargan de usarlas.


Recuerda: no solo se trata de conservar la vida útil de las herramientas y equipos, sino de la seguridad de los trabajadores de la construcción y lograr la culminación de la obra en los tiempos estipulados sin mayores contratiempos. La seguridad e higiene laboral es obligatoria y su no cumplimiento acarrea sanciones.

Por Armando Iachini

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